Un coqueto hotel de tan sólo cuatro habitaciones se configura como uno de los alojamientos más exclusivos de Granada. Puede que sea por su inmejorable ubicación en el corazón de la ciudad, o por las imponentes vistas de La Alhambra, pero sin duda también por el trato atento y cuidado de sus anfitriones, que hacen que el huésped viva una experiencia que difícilmente olvidarán.

Cada una de las habitaciones es distinta, y todas ellas tienen su propio encanto. El Bañuelo, de 25m2 destaca por su baño turco; Los Arcos, de 35m2 , se caracteriza por la portada de madera tallada del siglo XVl y terraza; El Cielo, de 40m2 , tiene dos grandes ventanales abiertos hacia La Alhambra y una terraza de 30m2; y El Torno, también de 40m2, destaca por la privacidad que ofrece al tener entrada independiente desde la calle y cuenta además con una terraza privada de 50m2 .

La gastronomía está presente en dos espacios. El Cenador, abierto al público y con capacidad para 16 comensales, que propone una cocina sobria donde el producto de primera calidad es el protagonista; y La Terraza, abierta de 13.00 a 20.00 horas, desde donde las vistas son todo un regalo.

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