Necesitas una escapada relajante para desconectar de la rutina y estás mirando hoteles con spa. ¡Pero hay tantos! Te ayudamos a seleccionar los más completos, aquellos que además de piscina, duchas o sauna, ofrecen a sus clientes tratamientos especiales. Fíjate en los cinco que te proponemos. ¡Te lo pide el cuerpo!
Los Artesa Apartamentos & Spa en el municipio segoviano de Santo Tomé del Puerto están concebidos para el relax, como lo pone de manifiesto su centro spa. Los tratamientos de autor son la parte más innovadora y están inspirados en sus raíces panaderas y en los parajes castellanos. Deja que tu piel pruebe las propiedades de la almendra, la leche, el agua, el cacao o la miel.
En pleno casco histórico de Puebla de Sanabria, el spa del hotel Las Treixas recrea la imagen nocturna de los bosques del entorno e invita a desconectar. Este espacio está especializado en los tratamientos antiaging de las Clínicas Vicario, ideados para eliminar el sobrepeso, endurecer de la musculatura, ganar energía y favorecer el rejuvenecimiento.
Después de una jornada visitando Almagro, su Corral de Comedias, Plaza Mayor, iglesias y conventos, apetece guarecerse en el spa del hotel La Casa del Rector y relajarse con sus tratamientos más originales. Entre ellos destaca el envolvente de algas, el masaje de piedras volcánicas del Campo de Calatrava o el masaje con aceite de cannabis sativa.
Para desconectar en la provincia de Barcelona una buena opción es el Hotel Urbisol, a menos de una hora de la capital. Su centro spa recibe tanto a huéspedes como a visitantes que quieran gozar de un día de relax. Sus tratamientos y masajes, que pueden ser disfrutados en pareja, incluyen el masaje aromavédico, el masaje reafirmante soy-soy o la chocolaterapia.
A media hora de la Costa Blanca, el Hotel spa La Romana propone evadirse de lo cotidiano en su centro de bienestar, aprovechando su interesante carta de tratamientos. No te pierdas la mascarilla de Rassoul con arcilla del Atlas marroquí, el masaje con aceite de Argán, la exfoliación total con aceites cítricos del Mediterráneo o el masaje metamórfico.
