Es hora de volver a La Palma

Regreso a la isla bonita

La Palma es conocida como la isla bonita, no por la célebre canción de Madonna, aunque sí que es el lugar «where I long to be». Las razones para denominarla así son muchas y variadas: sus increíbles paisajes, sus imponentes volcanes, sus profundos bosques, sus acogedoras playas y sus cielos llenos de estrellas. Esta es una invitación a volver o a descubrir por primera vez la isla bonita.

Desde el domingo 19 de septiembre hasta el lunes 13 de diciembre se prolongó la erupción del volcán de la Cumbre Vieja en La Palma. 85 días en los que el fenómeno se mantuvo activo y que dio lugar a un nuevo mapa de la isla canaria. El turismo, progresivamente, va volviendo a este lugar lleno de encantos pero aún poco transitado antes de la lava y que ahora vuelve a florecer mientras los vecinos palmeros continuan reconstruyendo las infraestructuras perdidas durante la tragedia.

El volcán concluyo su fase eruptiva hace ya casi un año, pero los viajeros siguen acudiendo a su entorno en una suerte de peregrinaje geotérmico. El sendero del volcán es hoy una ruta pedestre que permite acercarse a pocos cientos de metros del cráter para verlo casi de frente. Este camino recorre la parte más elevada de las montañas de Cumbre Vieja, a una altura aproximada de 2000 metros. Con una longitud de dos kilómetros y medio, que deben recorrerse a pie y en compañía de un guía autorizado, cruza los restos calcinados de los bosques canarios que antes ocupaban la zona y transita por un suelo cubierto de cenizas volcánicas.

La alternativa para sentir el volcán es la carretera recién abierta, que atraviesa las coladas de lava en un único carril de apenas tres kilómetros. Esta ha devuelto la conexión entre el norte y el sur del valle de Aridane, suspendida por los mantos de lava que llegaron hasta el océano.

Más allá de la Cumbre Vieja, el 30 por cierto de la superficie de La Palma está reconocida como Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco. Las posibilidades de disfrute en la isla gracias a este mundo natural son muchas: practicar trekking, running, contemplar las estrellas o disfrutar de su peculiar y reconocida gastronomía.

Regreso a la isla bonita

Hoy los recuerdos del volcán activo son la esperanza para que el turismo y, en concreto, el turismo responsable y de calidad vuelvan a la isla. En Rusticae ofrecemos Faro de Punta Cumplida (en las imágenes superior e inferior), uno de los hoteles más especiales del club.

Hablamos de un faro construido hace más de 150 años (de hecho, uno de los más antiguos de España), recientemente reformado para una segunda vida en la que acoge viajeros de todo el mundo. Cuenta con tres espectaculares suites con una decoración sencilla, luminosa y elegante, y a las que se accede a través de un típico patio canario. Todas disponen de una magnífica terraza para disfrutar de las mejores albas y ocasos frente al océano Atlántico.

Si las habitaciones son un sueño, más lo son aún sus zonas comunes, como la infinity pool frente al océano y el jardín de más de 5000 metros cuadrados. También se puede alquilar el faro al completo, una opción ideal para familias o grupos de amigos.

La otra opción palmera Rusticae es Gran Villa Palmera, una hermosa villa de estilo colonial construida en los años ochenta y ahora completamente modernizada e inundada de luz.

Reserva ya tu próxima estancia en Faro de Punta Cumplida o en Gran Villa Palmera con Rusticae.

Imagen de cabecera: Parque Nacional de la Caldera de Taruriente, Luc Viatour, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons

Regreso a la isla bonita