Experiencia "Ruta Eje Pirenaico N-260"

Casa espectacular por situación, entorno, decoración, atención, actividades, descanso… por tantas cosas… Sus propietarios, José Luis y Jenny, son encantadores, con una filosofía de vida admirable que intentan transmitir, dispuestos siempre a conseguir una estancia fantástica para sus huéspedes. Como Ducatista que decir, el pequeño gran museo que poseen, es una joya y cuando José Luis te cuenta su historia, la del museo y la de cada una de las “maquinas”, con anécdotas incluidas, te quedas en estado catatónico, con una sonrisa en los labios y la mente trasladada a la historia… Si te gusta la naturaleza y sus actividades (rafting, barranquismo, escalada, las GR y PR y rutas en moto) si te gusta el buen gusto, la decoración, la tranquilidad y las motos… es tu sitio!!! DISFRÚTALO!!!

Un lugar con encanto en un entorno precioso, para desconectar...La casa preciosa, muy bien decorada y el desayuno y la restauracion, excelentes. Jenny se encarga de hacerte sentir como en casa. Hemos vuelto encantados!!

Siempre perfectoIdeal para desconectar

Grandes anfitriones y perfectas instalaciones. Deayunos y cenas muy recomendables.

No hemos podido estar más a gusto... Ya conocíamos el alojamiento, pero es que parece que se superan en cada visita. Se ha convertido en un referente en los alojamientos de calidad. Entorno, comida, habitaciones, trato de los anfitriones... Porque no hay más nota que si no les ponía un 10. ¡Gracias u seguid así!

Hay mucho que destacar de El Acebo de Casa Muria. Me encanta el hotel, el trato es personal y exquisito, me gusta que el producto que usan sea local y de cercanía, las vistas desde la ventana de la habitación... Ha sido una estancia renovadora y de relax, justo lo que necesitaba.

El cuidado en todos los detalles, la gran amabilidad del personal. Bienestar y Calidad en su más amplio sentido, en un entorno difícilmente igualable. Sencillamente, GRACIAS

Sigue sorprendiendo que un lugar con la historia de casa Muria, sea como los buenos vinos que con el tiempo mejora cada vez que lo visito.

Las almohadas a nuestro parezer , son un poco bajas . La Sole lo solventó ofreciendonos otras almohadas.

La casa nos ha sorprendido pues supera a las fotos .Todo con tan buen gusto y cuidado al detalle, situada en un entorno natural maravilloso y con unas vistas espectaculares, el silencio para descansar es absoluto que se complementa con un desayuno increíble. Se nota que los dueños aman la naturaleza y disfrutan con su trabajo . Estamos deseando volver.