Sierra de Gredos, Candeleda y Pueblos de la Vera
Visita al Castro Celta de el Roso
Después de tomar un desayuno rico y abundante en el hotel, uno se encuentra con ganas de lanzarse a recorrer estos parajes tan espectaculares. Así, os proponemos que por la mañana visitéis el Castro Celta (Vetton) de El Raso, que está a unos 10 km del hotel y en un paraje absolutamente espectacular. El castro El Raso es probablemente uno de los yacimientos más completos de la Edad de Hierro que se conocen en la provincia de Ávila. En esta visita, que es gratuita, se pueden combinar la cultura con la naturaleza, ya que desde el Castro sale una ruta de montaña, fácil en su inicio y más retadora después, asumible para personas con distinta forma física.
Pueblos de la vera de Extremadura
Tras la visita al Castro Celta, os proponemos continuar hacia los pueblos de la Vera de Cáceres, entre los que destacamos Villanueva de la Vera y Valverde de la Vera, por considerarlos dos de los pueblos veratos que conservan mejor su autenticidad y encanto. Estos se encuentran a unos 10 km-18 km de nuestra anterior parada en la localidad de El Raso y a unos 30 km-39 km del hotel Nabia. Y para los que no les importe conducir un poco más, a una media hora de Valverde o a 45 minutos en coche desde el hotel Nabia está el Monasterio de Yuste, lugar de retiro del emperador Carlos I de España y V de Alemania, ubicado en el paradisiaco entorno de la Vera, cerca de Cuacos de Yuste.
Comida: Restaurantes en Villanueva de la Vera y el Raso
Si la primera parada de vuestro itinerario la hacéis en el Castro El Raso, os recomendamos almorzar cerca de Villanueva de la Vera en el restaurante Llano Tineo, donde, en nuestra opinión, podréis degustar una cocina vasca bien elaborada y con materias primas muy ricas, o bien hacerlo en el restaurante Paprika, que tiene una cocina más variada; por ejemplo hacen cus cus, o platos vegetarianos o unos espárragos blancos naturales de llorar de ricos).
Si, por el contrario, visitáis antes los pueblos de la Vera y después el Castro Celta, os recomendamos comer en dos restaurantes donde tendréis oportunidad de probar buena cocina casera típica de la zona tales como el cabrito o las carnes avileñas. Nos referimos a los restaurantes Mirador Dim Gredos o El Tejo, ambos en la localidad de El Raso.
Turismo por Candeleda
Ya de vuelta a Candeleda y antes de subir hacia el hotel, aprovechad para hacer un poco de turismo por el pueblo. Merece la pena visitar la Casa de la Judería, una de las pocas casas candeledanas que quedan del s. XV, restaurada y en la que suele haber exposiciones de artistas locales y donde se pueden comprar y degustar productos típicos de la zona.
Y si todavía quedan ganas de paseo, muy cerquita del hotel, a menos de 2 km está el Santuario de la Virgen de Chilla, con unos jardines preciosos y unos árboles impresionantes. Como curiosidad, debéis saber que aquí se encuentra el Fresno más grande de Castilla y León.
Candeleda en fiestas: el primer y segundo fin de semana de septiembre, se celebra una romería en honor a la Virgen de Chilla, la patrona de Candeleda. Cuenta con gran devoción entre los candeledanos y ha sido declarada fiesta de interés turístico nacional.
Candeleda para los amantes del golf: Candeleda es una buena opción para aquéllos que queráis jugar al golf. El Manchón es un campo de golf municipal de 9 hoyos en un precioso entorno rodeado por el Almanzor, el pantano de El Rosarito y el colorido de las tierras a las que se conocen como la “Andalucía de Ávila”. Y está a tan solo 10-15 minutos del hotel Nabia. No obstante, en los alrededores, los aficionados a este deporte podrán encontrar campos más grandes de 18 hoyos. A 45 minutos – 1 hora en coche, tenemos el campo de Talayuela (en Talayuela, Cáceres), diseñado por Severiano Ballesteros, el de la Isla de Valdecañas en la localidad de El Gordo (Cáceres), uno de los campos más espectaculares de España, y en Talavera de la Reina, el golf de Palomarejos.
Cena: En el Restaurante del Hotel Nabia
Para cenar, os recomendamos hacerlo en el hotel, tanto en el comedor de invierno, como en la terraza de verano. Cenaréis de maravilla y en un entorno y con unas vistas como en pocos sitios y ¡no tendréis que preocuparos por los controles de alcoholemia! Entre los platos predilectos de los clientes que comen en su restaurante, destacan las deliciosas croquetas de jamón que preparan con mimo, las carrilleras, sus cremas de verduras, el revuelto de habitas tiernas o sus tartas caseras de chocolate y queso. En cuanto a los precios (sin vino) de su carta, los primeros platos oscilan entre los 8 y 14 euro por persona, los segundos entre los 14 y 20 euros y sus postres entre los 5 y 6 euros.
Si por el contrario, preferís cenar en el pueblo de Candeleda, os mencionamos aquí algunas opciones. No obstante, es conveniente que sepáis que entre semana es difícil encontrarlos abiertos: restaurantes como Los Castañuelos y Casa Pepe y El mesón del Castillo, o Sierra Mar, estos dos últimos para tomar raciones. La cafetería del Club Golf de Candeleda, el Menchón, es también una buena alternativa, especialmente en verano, ya que desde su terraza se pueden disfrutar de unas vistas de la sierra espectaculares.
Descanso en canoa por el Río Tietar
En la época de primavera o a comienzos del verano, un plan muy apetecible y distinto es el descenso del río Tiétar en canoa. Esta actividad os ocuparía casi todo el día y en la misma se incluye una comida ligera. Es una oportunidad única para conocer la flora y fauna de la zona, hacer ejercicio y bañarse en el río.
Después de un día tan completo lo mejor es regresar al hotel para tomarse una copa viendo la puesta de sol.
Las Pozas Naturales de Ávila
En la época de calor, una experiencia maravillosa es ir a bañarse a las pozas naturales espectaculares que se forman en las numerosas gargantas que descienden por las laderas de Gredos hacia el río Tietar. Cerca del hotel hay una zona espectacular y es un plan estupendo salir después de desayunar, cuando todavía no aprieta el calor. Después de un corto trayecto en coche y de una caminata muy asequible, se llega a ese lugar de aguas frescas y cristalinas, rodeados de robles y castaños. Realmente es una actividad para estar la mayor parte del día y después regresar al hotel para darse un baño extra en la piscina y disfrutar del atardecer en el frescor del césped con una buena copa en la mano. Cuidado, no confundáis estas pozas con las piscinas naturales de Candeleda, más masificadas y mucho menos recomendables. Al contrario que en las piscinas naturales, aquí os encontraréis en medio de árboles y cascadas naturales y con mucha menos gente en verano, la cual irá reduciéndose en número según vayáis subiendo por las laderas de la montaña.