Huesca
Tierra de leyenda

Huesca es una tierra de leyenda, con una naturaleza impresionante presidida por las altas cumbres de los Pirineos. Pero en Huesca hay mucho más por descubrir, parques naturales, historia y arte con el románico como protagonista y tradiciones de gran interés.

El rico patrimonio artístico e histórico de Huesca tiene también origen en el Camino de Santiago que entra desde Francia en su territorio pasando por Canfranc y llegando a Jaca, cuya catedral gótica y casco histórico da muestra de su importancia en el pasado. Pero lo que impresiona sin duda, es su Ciudadela de planta pentagonal, realizada durante el reinado de Felipe II. A tan solo 7 km de Jaca, se encuentra el Castiello de Jaca, con restos de un antiguo castillo y de la preciosa iglesia románica Nuestra Señora de Iguácel.

Muy cerca de Jaca está el Monasterio de San Juan de la Peña, con su impresionante claustro románico que es una de las visitas obligadas de esta zona, y que ha sido declarado como Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel por la combinación de naturaleza y cultura que conviven en este ecosistema.

Muchos más pueblos ofrecen su rico patrimonio al viajero, como Aínsa, Conjunto Histórico Artístico por la importancia y buena conservación de su casco histórico en el que destaca la torre de la colegiata y también su plaza mayor, y también Barbastro con su espléndida catedral renacentista. Alquézar, en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, dónde lo más visitado de su increíble patrimonio es la Colegiata de Santa María La Mayor, aunque el pueblo es ya impresionante en su conjunto.

Muy cerca, Graus, localidad natal del intelectual Joaquín Costa, conocido por albergar el Mercado de la Trufa más importante de Europa. Con una plaza mayor sorprendente, su casco histórico está salpicado de casas solariegas y palacios que hacen que recorrer sus calles merezca mucho la pena. En el término municipal de Hecho, hay que visitar el legendario Monasterio de San Pedro de Siresa, en cuyo ábside se dice que estuvo el Santo Grial. Otro conjunto arquitectónico excepcional, es Loarre, una impresionante fortaleza románica que alberga además el castillo románico más importante de España.

Su patrimonio natural alcanza su cénit con las altas cumbres que lo pueblan: el Aneto, el pico más alto del Pirineo, o Monte Perdido, dentro del Parque Nacional de Ordesa-Monte Perdido.

El Parque de la Sierra y los Cañones de Guara, que cuenta con más de 70 cañones y un paisaje espectacular, supone uno de los destinos favoritos de los amantes del barranquismo y el deporte de aventura, y es el espacio natural protegido más grande de Aragón. Además es una zona declarada ZEPA (Zona de especial Protección para las Aves). El Valle de Benasque es otra de las zonas de gran interés natural de los Pirineos oscenses, ya que aquí se sitúa el Parque Natural del Posets Maladeta, con un paisaje impresionante donde se encuentra el Aneto, además de 13 glaciares en los macizos Posets, Perdiguero y Maladeta y 95 lagos de origen glaciar con multitud de cascadas. No es de extrañar que en Huesca se encuentren cinco de las estaciones de esquí más importantes de España: Candanchú, Panticosa, Formigal, Astún y Cerler. Y como brutal contraste a estas cumbres, a pocos kilómetros se encuentra el paisaje desértico de los Monegros.

La capital de esta provincia es la ciudad de Huesca, una ciudad acogedora cuyo empinado casco histórico amurallado conserva un rico patrimonio. Su catedral gótica corona la ciudad, pero hay otros edificios religiosos y civiles de gran valor como la Iglesia románica de San Pedro el Viejo del s. XII, donde se ubican los panteones de los Reyes de Aragón Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje y cuenta además con un precioso claustro. El actual Museo Provincial también es visita obligada ya que fue el antiguo Palacio de los Reyes de Aragón.

La iglesia de las Miguelas, la basílica de San Lorenzo y la ermita de Salas son tres referentes del románico que también se sitúan en el centro histórico. Y para vivir la ciudad y su ambiente nada mejor que pasarse por las Cuatro Esquinas. Para los que viajen a Huesca en Agosto, recomendamos asistir a las fiestas de San Lorenzo, cuando tiene lugar el baile de los Danzantes y la ofrenda de las flores y frutos al santo, patrón de la ciudad.

Y para darle gusto al paladar Huesca ofrece las mejores carnes y embutidos, como el cordero asado, con D.O. Ternasco de Aragón o el conejo enterrado de Monegros, o las longanizas de Binéfar o Graus. El bacalao, es el ingrediente principal del ajoarriero de Huesca, y famosos son también los huevos al salmorejo. Para postre, nada mejor que las castañas de mazapán y las colinetas, y todo por supuesto regado con los mejores vinos de la Denominación de Origen Somontano.

Castillos, fortalezas, monasterios, montaña y desiertos…Huesca es sin duda una tierra de leyenda para descubrir y vivir.