Nuestra primera impresión al llegar al hotel fue muy buena, nos encantó y sabíamos que había sido una buena elección :-)
El recibimiento del personal no pudo ser mejor. Nos hicieron sentir como en casa al momento. Todo amabilidad !!
Dejamos nuestras cosas en la habitación, amplia y con buena decoración. Los productos de lavanda del baño hechos en la propia finca merecen un comentario aparte - suerte que los venden, así los disfrutaremos en casa todos los días.
Bajamos a tomar un cocktail al jardín para ver el atardecer desde el jardín que es espectacular. El camarero muy atento y servicial... el mojito un 10. Después cenamos en el restaurante, la comida estaba bien aunque esperábamos otra cosa .. el servicio y la calidad excelentes.
Sin duda lo recomiendo.