DÍA 2. TODO EN UN DÍA: NATURALEZA E HISTORIA
Por la mañana: Ruta de senderismo por el Bosque Pintado.
Después de un generoso desayuno para comenzar el día con fuerza os proponemos el siguiente plan: El apacible municipio de Kortezubi, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, esconde una propuesta que aúna arte, naturaleza y conexión con las inquietudes artísticas de nuestros antepasados más remotos.
Se trata del Bosque Pintado de Oma, en el que el pintor y escultor Agustín Ibarrola hizo del paisaje marco, soporte y materia prima de una de sus obras más conocidas. Visitar este peculiar “museo al aire libre”, de entrada gratuita, equivale a darse un apacible paseo entre pinos y helechos, buscando los troncos transformados por los pinceles del artista… y jugando con el punto de vista y la profundidad, que hacen surgir de la nada composiciones misteriosas que conectan con las representaciones paleolíticas de la cercana cueva de Santimamiñe. Esta cueva (Kortezubi), demuestra que el valle está habitado desde la prehistoria. En ella se encuentran pinturas rupestres equiparables en calidad y riqueza a las de Altamira.
Otra opción: Una visita a Lekeitio.
Otra opción es ir hasta Lekeitio después de haber hecho la Ruta de Ogoño que esta situada en Ibarrangelua, y desde donde se ven todas las vistas del mar desde lo alto del acantilado de Laga.
Una vez en Lekeitio hay que visitar el faro, la iglesia, y dar un paseo por el puerto.
También se puede hacer la ruta de San Miguel de Ereñozar y ver todo la Reserva de Urdaibai desde su punto más privilegiado.
La comida: Comer de pintxos en Lumetxa y Lehiope.
Los pintxos son una religión en todo el País Vasco. Se trata de pequeños bocados que se convierten en una deliciosa manera de degustar la gastronomía vasca. Probar las especialidades de estos dos sitios, es la mejor manera de hacer una parada, descansar y retomar el camino después.
Por la tarde: De paseo por Gernika.
Gernika-Lumo se asienta en el valle del río Oka, que da lugar a la ría de Gernika. Muy cerca se sitúa la Reserva Natural del Urdaibai. En la localidad son de visita obligada la Casa de Juntas del Señorío de Vizcaya, con su simbólico árbol - bajo él se congregaban los vascos para decidir sobre los intereses de la comunidad-, la iglesia “juradera” de Santa María, el Museo de Euskalerria y el Parque de la Paz, con esculturas colosales de Eduardo Chillida y Henry Moore. Con motivo de la Guerra Civil, la villa fue totalmente destruida en 1937 por la aviación alemana enviada por Hitler. Con este acto experimental, que inspiró a Picasso su famosísimo cuadro, se daba inicio a las barbaridades de posteriores guerras. En 1987 se celebró el 50 aniversario del bombardeo junto con el Precongreso de la Asociación Mundial de Ciudades Mártires. Gernika se hizo con el título de “ciudad símbolo de la Paz" propiciándose hermanamientos y compromisos de colaboración con otras ciudades en campos como la cultura, la educación y la industria: Berga (Cataluña), Pforzheim (Alemania) y Boise (Idaho - EEUU).
Para la noche: Cena en un restaurante en Gernika.
Para terminar este apasionante día, nada mejor que acudir al restaurante Boliña Viejo en Gernika. Especializado en comida tradicional: sopa de pescado, callos, chipirones en su tinta, y otros suculentos platos. De postre son muy recomendables las torrijas. Son deliciosas