Valles de Ruesga y Soba – Parque Natural de los Collados del Asón.
Arredondo
Arredondo, “La Capital del Mundo” como la bautizó un periodista inglés a principios del S.XX por su gran prosperidad debida a la vuelta de los “indianos” oriundos de este municipio después del desastre del 98. Aquí visitad, en el centro del pueblo, la Iglesia Neoclásica del S. XIX y la Torre de Faro.
El 1 de Noviembre se celebra la tradicional Feria de Todos los Santos, un auténtico mercado de ganado, muy interesante para conocer las tradiciones del campo, las negociaciones, “el cierre de tratos”, el manejo de animales etc. A los visitantes “urbanos” y a los niños les parecerá sorprendente, muy educativo y será inolvidable.
Para otra ocasión dejaremos la visita a la ermita de S. Juan del S.IX en Socueva y unas buenas alubias en Bustablado, una pequeña pedanía enclavada entre inmensas paredes de montañas.
Cómo llegar a Arredondo: el hotel está al pie de la carretera C261. En esa misma carretera, a tan sólo 8 kilómetros llegaréis a Arredondo.
Río Asón
A 6 kilómetros de Arredondo, nos encontraremos con el nacimiento del río Asón, una preciosa cascada de casi 100 metros de caída. Con relativa facilidad se avistan rebecos y corzos en sus inmediaciones. Hay una zona donde anidan unas 100 parejas de buitres y alimoches. Bosques de hayas y cagigas. El paisaje que circunda al nacimiento del Asón es especialmente llamativo en otoño, cuando una policromía especial inunda todo el entorno.
Os proponemos dar un paseo hasta la base de la cascada del Asón. Este trayecto de unos 75 minutos resulta muy agradable y es poco exigente.
Mirador de Águilas
El Mirador de las Águilas os regalará una vista espectacular del desfiladero de Los Collados del Asón, entre montañas de 1.500m de altitud, la unión de los dos valles. Podréis observar como las distintas aves rapaces utilizan este punto para coger las corrientes térmicas y ganar altura.
Desde aquí os proponemos realizar un bonito paseo por el P. Natural de los Collados del Asón hasta la “Laguna de la Anjana” – cuya curiosa leyenda os podrá contar Giorgio – y donde si se respeta el silencio del entorno podréis ver animales y aves autóctonas. Esta ruta dura unos 120 minutos y es de nivel medio.
Mirador de la Reina o mirador de Gándara
Os invitamos ahora a parar en Gándara, la primera y más importante población del valle y municipio de Soba. Aquí, en los primeros tramos del río Gándara, se encuentra el mirador de la Reina, desde donde se puede contemplar la grandeza y belleza del valle de Soba, aún más espectacular si cabe en otoño. En Soba abundan las torres de defensa, en distintos estados de conservación, ya que aquí se estableció la “primera línea” de defensa durante la reconquista. Descender el valle de una a otra es una bonita manera de adentrarse en estas tierras.
El Mirador de la Reina también es conocido como el Mirador de Gándara, pero, ¡ojo!, no lo cofundáis con el mirador que también hay en el nacimiento del Gándara y que no es tan espectacular como el que aquí os proponemos.
Comida: Restaurante en Soba
Después del descenso siguiendo el curso del río, qué mejor que reposar y coger fuerzas en los fogones de Casatablas, afamado restaurante de cocina local y casera, donde destacan su Cocido Montañés y sus platos de matanza propia. Su tarta de tres chocolates es, asimismo, una forma deliciosa de concluir la comida. Excelente calidad y buen servicio entre los bosques que cierran este valle. El precio medio por persona es de unos 15 euros con vino. Conviene que vayáis pronto porque no cogen reserva.
Cueva de Covalanas, Un cueva prehístorica
La Cuevas de Covalanas, declaradas por la UNESCO Patrimonio Mundial, son, después de las Cuevas de Altamira, las más importantes. Contienen pinturas rupestres con más de 25.000 años de antigüedad y en excepcional estado de conservación. La visita permite contemplar las pinturas a escasa distancia, por lo que se aprecia hasta el más mínimo detalle y se siguen las explicaciones de los guías/arqueólogos con auténtico interés. El entorno natural, con el Pico de San Vicente al frente, merece ya de por sí la visita.