Aires Marineros


5 pueblos marineros para desconectar junto al mar

Olor a sal, casas de colores, puertos pintorescos, pescadores en sus quehaceres, barcas que se mecen con las olas, lonjas con pescado fresco… Descubre cinco pueblos abrazados por el Cantábrico en Asturias y Euskadi donde vivir el auténtico espíritu marinero.

Puerto de Vega (Asturias)

El carácter de Puerto de Vega está marcado por su importante pasado comercial, especialmente por la caza de la ballena, que impulsó la instalación de varias industrias conserveras, hoy ya desaparecidas. También fue refugio del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, que terminó sus días en esta villa marinera del occidente asturiano. El encanto de antaño sigue vigente en su casco antiguo y en su pintoresco puerto.

No hay que perderse la Lonja, el Paseo del Baluarte, el Mirador de la Riva y la Iglesia de la Atalaya, que en septiembre festeja a su virgen marinera. Mirando al mar y a los campos de Puerto de Vega está el Hotel Pleamar, que ofrece habitaciones de estilo rústico y decoración marinera. Sus desayunos son de los que no se olvidan y a 50 m puedes disfrutar de una de las sendas costeras más bonitas, la Senda Costera Naviega, salpicada de acantilados y playas, perfecta para paseos junto al mar.

Cudillero (Asturias)

Si hay un pueblo marinero de postal en Asturias, ése es Cudillero, con su espectacular anfiteatro natural del que cuelgan sus casas de colores hasta llegar al mar. Su tradición marinera se evidencia con esta ubicación y disposición arquitectónica, así como en sus tradiciones culturales y gastronómicas. La conocida Villa Pixueta, por ese dialecto del asturiano que sólo se habla en ella, invita a pasear por sus intrincadas callejuelas, salpicadas de impresionantes miradores.

Destacan las casas de pescadores donde cuelgan los ‘curadillos’ (pescados curados al aire), las casas de indianos, la Capilla del Humilladero, la plaza de La Marina, el faro y, por supuesto, su puerto. Durante tu visita a Cudillero puedes alojarte en una magnífica casa de indianos, la Casona de la Paca, o en sus apartamentos situados en la pedanía de El Pito. Buenos puntos de partida para conocer la villa de Cudillero y su entorno, donde no faltan las playas, la naturaleza y las referencias culturales.

Llanes (Asturias)

La villa marinera de Llanes es uno de los pueblos más representativos del oriente asturiano por su encanto costero y su riqueza monumental. Su casco antiguo está declarado conjunto histórico-artístico y alberga atractivos como la basílica de Santa María de Concejo, el palacio del Conde de la Vega de Sella o el palacio de El Cercado. Aunque su esencia se encuentra junto al mar, siendo su eje el puerto pesquero.

Disfruta de un espectacular recorrido sobre el acantilado en el Paseo de San Pedro; admira los coloridos Cubos de la Memoria, obra del pintor vasco Agustín Ibarrola; disfruta de las vistas desde El Fuerte o el Faro; y refréscate en las playas de Toró, Puerto Chicu o la de El Sablón. A la hora de descansar, puedes alojarte en el Hotel Arpa de Hierba o el Habana Llanes, ambos a 3 km de la villa de Llanes.

Getaria (País Vasco)

El mar Cantábrico es testigo también en el País Vasco de la existencia de otros pueblos marineros con encanto, como Getaria, cuna de Juan Sebastián Elcano, el primer hombre que dio la vuelta al mundo, y del diseñador de moda Cristóbal Balenciaga. Representada por el Monte San Antón o Ratón de Guetaria, la villa es un destino de gran interés para los amantes de la cultura, la naturaleza y la gastronomía.

En su casco antiguo puedes visitar la iglesia de San Salvador, las casas-torre de piedra, las casas de pescadores de la calle Elcano, el Museo Balenciaga o el Pasadizo de Katrapona. No te olvides de saborear el pescado a la parrilla y el chacolí, el vino blanco con denominación de origen. Una escapada que se completa con el alojamiento en el Hotel Iturregi, un caserío de diseño entre viñas y vistas al mar.

Zarautz (País Vasco)

Muy cerca de Getaria se encuentra Zarautz, que hasta el siglo XVI había sido una localidad dedicada la pesca, especialmente la ballenera. Actualmente el principal atractivo, junto al paseo marítimo, es su playa, una de las más extensas del Cantábrico, por lo que se la conoce como “La Reina de las Playas”. Aquí hay espacio para las familias y bañistas, los surfistas, y el espacio protegido de Iñurritza, una simbiosis de dunas, marismas y acantilados.

Un paseo por el centro urbano de Zarautz ofrece la visión de los numerosos escudos de piedra en varias de sus fachadas; el Palacio de Narros, lugar de veraneo de la reina Isabel II de España; el Museo de Arte e Historia; la iglesia de Santa María de la Real; la Torre Luzea; o los caseríos tradicionales de algunos de sus barrios. El moderno Hotel Zerupe te recordará donde te encuentras, con las grandes fotografías del entorno que decoran sus habitaciones, y te concederá el mejor descanso.